En la semana de la Biblioteca se premió, en la Universidad de Piura, a los mejores lectores, por su entrega al conocimiento, a la reflexión y el entretenimiento.
Por Manuel Camacho-Navarro. 22 noviembre, 2024.El 14 de noviembre, la Biblioteca Central de la Universidad de Piura premió a tres de sus lectores más recurrentes, quienes destacaron por su compromiso con la lectura, la reflexión y el entretenimiento en el 2024.
El concurso se dividió en tres categorías: Mejor lector promocional, Mejor lector 2024 y Mejor lector de lectura de entretenimiento. Los premios los entregaron, respectivamente, la magister Juana Huaco García, vicedecana académica de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales; el doctor Mario Quinde, vicedecano de Investigación de la Facultad de Ingeniería; y, la magíster Patricia Soto, directora de Estudios de la UDEP.
Los ganadores
Ramiro Vidal Correa, de Ingeniería Mecánico-Eléctrica, recibió el premio por ser el mejor lector del año. Este es una constancia de que el alumno que pedido la mayor cantidad de libros en préstamo, como apoyo para sus estudios.
En una sociedad cada vez más mediatizada, Vidal comentó que aprovecha su tiempo en la lectura de obras académicas en inglés. “No hay que ofrecer la lectura como una tarea o una imposición. La vida es un aprendizaje constante y los libros son una manera idónea de adquirir más conocimientos,” manifestó.
El mejor lector promocional fue Edward Ramírez Hidalgo, de Administración de Empresas, por su constancia en la búsqueda y lectura de variadas investigaciones en negocios.
Finalmente, en la lectura de entretenimiento destacó Andy Garay Piñarrerta, estudiante de Periodismo. Esta recompensa, explicó, la debe a su pasión por los clásicos de la literatura realista, histórica y de ciencia ficción.
Garay compartió sus experiencias y amor por la lectura. En ella, dijo, conoce, viaja y trata de encontrarse a sí mismo a través de la única puerta de entrada a mil formas de vivir.
“¿Cómo no amar la lectura? Si, desde que tenía tres años, mis padres me narraban relatos y tradiciones familiares y, más tarde, disfrutaba de la literatura que escribía mi padre y los libros de la biblioteca familiar,” recordó Garay.